El Monumento dedicado al Arrumbador
"Sin duda, este es uno de los monumentos al que más aprecio tengo, incomprendido estéticamente por muchos y desconocido por otros, hoy intentaremos darlo a conocer un poquito más.
Empezaremos por la definición de arrumbador, según la RAE: es la un obrero que trabaja en las bodegas, efectuando la operación de sentar las botas, trasegar, cabecear y clarificar los vinos.
Sabemos que en nuestra ciudad en el periodo decimonónico, la pequeña revolución industrial española fue importante a causa de la industria bodeguera, no solamente por impulsar la llegada de una de las tres líneas principales de ferrocarril en la Península, sino también en el nacimiento de los movimientos sociales y revolucionarios que acontecieron al movimiento obrero en Jerez. Tanto a finales del Siglo XIX como a lo largo del S.XX la implicación de las bodegas con sus trabajadores y viceversa, fue un hecho, agradeciéndose la labor de estos hombres y mujeres que ejercían en las ‘faenas’ bodegueras para la elaboración artesanal de nuestros vinos. El entorno ‘cuasi’ familiar que se ofrec
ía en sus instalaciones era una oportunidad para estos trabajadores y trabajadoras. González Byass al igual que muchas otras bodegas del Marco de Jerez, siguen hoy en día manteniendo ese espíritu de fraternización con sus trabajadoras y trabajadores.
La primera referencia plástica a los trabajadores se constata en este caso a los bocetos del escultor jerezano José María Rivelott, que encontramos en un monumento privado de dicha empresa bodeguera y jerezana donde se ensalza al gremio de arrumbadores junto al homenajeado en sí, el fundador de la casa bodeguera Manuel María González Ángel. Realizándose con motivo del centenario de la casa bodeguera en el año 1935, y percibiéndose a sendos lados del monumento las nombradas ‘miniaturas’ de arrumbadores en plenas faenas y motivos de arrieros.
En el año 1992, el Ayuntamiento de Jerez y la casa de González Byass, por concurso público y en conmemoración del 150 aniversario, confirmaron dónde iría el que se denominaría monumento ‘al Arrumbador’. Los primeros estudios que disponemos ubicaban la escultura en una primera instancia en la rotonda de Cuatro Caminos, junto a la ermita de Guía y a la casa del Tío Pepe. Al final se optó por situarla en uno de los bulevares de mayor proyección y expansión del Jerez moderno, la que se llamaría avenida de Europa.
El premio del concurso sería para el escultor e imaginero jerezano Francisco Pinto Berraquero donde dio motivos al monumento de realismo social, desarrollando una fuerza e impresión abrumadora en su conjunto. Sólo hay que ponerse delante de él para entender su rudeza y a la vez el orgullo y actitud de la clase obrera que toca y abandera la cúspide del monumento. Como una gran metopa neoclásica donde la jarra, la canoa, la bota, el granito y el agua surgen como protagonistas de apariencia ‘pagana’, parecen incidir al mismo tiempo en que el vino de jerez es algo espiritual, lo más parecido a una religión.
La placa en el mismo monumento reza así: “El Arrumbador’. González Byass en su CL aniversario dedicó este monumento a la ciudad de Jerez. Homenaje a los hombres y mujeres que hicieron y hacen posible día a día el milagro del VINO DE JEREZ”. Año, MCMXCII”."
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